Basada en la poesía de Octavio Paz, que rinde homenaje a la cosmovisión Azteca y Maya del tiempo, el espacio y el orden cósmico, las obras “Piedra de Sol” y “Noche y tormenta” llegan al escenario de la Compañía Nacional de Danza ( Rio Coca y París, Quito) este 10 y 11 de febrero, a las 19h00.
A través del lenguaje del cuerpo y el movimiento, “Piedra de Sol” presenta una concepción del espacio-tiempo basada en los conocimientos astronómicos de los pueblos indígenas de Mesoamérica. Su referencia es un poema circular con el mismo nombre, de 584 versos del escritor mexicano Octavio Paz, publicado en 1957.
Los versos del poema representan el ciclo celeste del planeta Venus, cuya aparición en el cielo junto al Sol marca el fin de un año y el inicio de otro. Para los aztecas, el planeta Venus –que puede ser visto en los cielos, tanto en la mañana como en la noche- es un símbolo de la dualidad del universo y del dios Quetzalcóatl. En esta figura mítica se multiplica la dualidad, ya que encarna tanto la Tierra como el Cielo -el mundo subterráneo y el mundo celeste- y, a la vez, la corporeidad y la espiritualidad propia de los seres humanos.
“Noche y tormenta”, es el trabajo más reciente de Pablo Cornejo. Esta obra nos muestra el tránsito de siete bailarines por el miedo, como emoción y sentimiento, que nos invita a reflexionar sobre cómo percibimos y afrontamos socialmente el miedo, a través del cambio de estados y capas de tiempo.