Si le hacemos caso a los medios de difusión masiva de Occidente, la escalada de violencia en cadena, guerras civiles y religiosas en el Medio Oriente es simplemente una explosión de rebeldía natural, desbocada y espontánea contra las dictaduras y la pobreza de la zona, explicación algo abstracta y falto de lógica si se analiza a profundidad. Esta metódica y planificada reacción en cadena, lenta pero demoledora responde a un plan regional preestablecido por los grupos de poder en la sombra para desestructurar la zona económica, política y socialmente hablando para volver a reestructurarla a su antojo. El CFR, el Club de Roma, el Club Bilderberg, el RIIA, el Instituto de Estudios Políticos, el Tavistock Institute y renombradas universidades estudian, planifican, instruyen y crean agentes amparados por Washington, Londres y Riyad a la vez que son fuertemente financiados por los petrodólares que manejan Wall Street y la City of London. Los países de la Media Luna van cayendo uno tras otro: Irán en 1978. Pakistán, Afganistán, la Guerra Irán-Irak (1980-88), Líbano en 2006, Libia en 2011, Siria desde 2011 a la actualidad, inestabilidad en Egipto, Túnez, Argelia, el norte de Nigeria y el Sudán entre otros países son los efectos de este juego político macabro de ajedrez económico. Los efectos no pueden ser más crueles, la creación de una neurosis colectiva, un fundamentalismo a ultranza, la devastación de las endebles economías y la independencia de las naciones, el fin del Panarabismo, la violencia generalizada, el caos social, la ignorancia y la insalubridad que se encargarían de diezmar y diseminar a los supervivientes por las zonas petroleras y el resto del mundo.
Fuera de control (Bestseller)
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